jueves, 15 de enero de 2015

¿Cuál es la relación que se produce entre la sociedad del conocimiento y la escuela actual?

Hacer frente a los desafíos que demanda la Educación en pleno siglo XXI implica repensar nuestro quehacer pedagógico respondiendo a las necesidades del Mundo actual. Tanto nuestras vidas personales como la intimidad de nuestro  hogar se han visto invadidos por una multiplicidad de nuevos aparatos que facilitan nuestra existencia, lo que exige una cierta disposición hacia la innovación. Bajo este contexto los tiempos actuales demandan una ciudadanía informada y participativa, sustentada en una opinión fundada.
Hace algunas décadas, resultaba factible acceder a grandes oportunidades laborales aun abandonando el sistema educativo formal, hoy día resulta prácticamente imposible quedarse sólo con una formación inicial, pues descartar cualquier instancia de capacitación podría resultar incluso en nuestra exclusión del mundo laboral. Frente a los tiempos de cambio, vivir en una sociedad del conocimiento obliga a que la educación actual no se reduzca meramente a una alfabetización básica, su real función va más allá, implica un enfoque en el desarrollo y el potenciamiento de competencias y habilidades que  promueven un aprendizaje permanente1.
Desde la educación formal, el valioso aporte al que pueden contribuir las tecnologías de la información, lamentablemente se ve muy disminuido si no se logra integrarlas pedagógicamente de manera real y efectiva en los programas de estudio. A este respecto, cabe mencionar que la utilización de las TIC debe plantearse desde una estrategia pensada en los objetivos de aprendizaje que se espera alcancen los estudiantes, y no así limitarse simplemente al ámbito que se les suele asignar desde una mirada aún algo resistente a la innovación, que en algunos casos observa de manera peyorativa la incorporación al aula de cualquier herramienta lejana al modelo clásico de enseñanza.
Los actuales paradigmas en educación contrario a lo que sucedía hace algunas décadas donde el profesor era visto como una autoridad que imponía un saber que debía ser asimilado por los estudiantes, lo conciben como un guía en el acto de aprendizaje. Las tendencias que imperan hoy presuponen la existencia de equipos docentes capacitados, y al corriente tanto de las innovaciones tecnológicas como de los procesos educativos propiamente dichos. Todo ello exige que la formación actual del profesorado vaya más allá que simplemente la adquisición de competencias en torno a una disciplina determinada, hoy más que nunca surge la necesidad de contar con profesionales de la educación, tanto conocedores de metodologías que integran las nuevas tecnologías, como al mismo tiempo con un alto grado de reflexión sobre sus prácticas que se debe orientar en el logro de la motivación y dedicación de los alumnos, solo así la escuela podrá responder a las necesidades que plantea vivir en una sociedad del conocimiento2.

1Sobre las nuevas tecnologías de la educación a distancia. “E-ducación’: nuevas tecnologías y educación a distancia”, citado en UNESCO 2005.

2Manuel Area Moreira, “La competencia digital e informacional en la escuela”. Universidad Internacional Menendez y Pelayo Santander, 2009

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